Extensión escolar en la biblio

En la semana del 10 al 14 de noviembre, cinco alumnos de 6° año A — Área Sociales — Turno mañana del IPEM y T 352 Padre Alfredo Cavalotti realizaron en la biblioteca prácticas de extensión de la materia “Formación para la vida y el trabajo”.

 Con la supervisión del docente a cargo, prof. Gastón Heredia, y de dos integrantes de la Comisión Directiva de la biblio, Gladys Capdevila y Graciela Fernández, se hicieron las siguientes tareas:

-Listado completo de libros no devueltos: planilla con el nombre de los socios, título de los libros que no han devuelto y fecha en que debían devolverlos.

-Selección de revistas y fascículos de historia, literatura, etc. Se separaron los repetidos o muy deteriorados y al resto se los agrupó por materia y por colección (Todo es Historia, Historia del Sindicalismo, Historia de la Literatura, etc.)

-Selección de libros y partituras de música. Se separaron los repetidos o muy deteriorados.

-Selección de libros de deportes. Se separaron los repetidos o muy deteriorados.

-Selección de revistas Selecciones. Se separaron las repetidas o muy deterioradas.

-Acomodar libros por orden alfabético en las estanterías. Quedaron ordenadas prácticamente todas las novelas.

-Armar la mesa de saldos: forrar cajas para exhibir los libros que venderemos y acomodar los ejemplares por materia.

-Reorganizar la mesa de computación, ordenar los cables.

-Clasificación de casi todo el papel para reciclar que teníamos en la sala de lectura, y que nos ocupaba mucho espacio (papel blanco, papel de color, cartón).

Tania y Agustín con los libros de música

Lucía, Nair y Tania ordenando novelas. 

Revistas ordenadas: dos archiveros llenos

Federico y Agustín armando la mesa de saldos

Todo esto era papel para reciclar

Gladys y los chicos seleccionando el papel

Esto es lo que quedó: cajas vacías

 Los chicos se ensuciaron mucho las manos, porque si algo hay de sobra en la biblio es tierra… pero seguramente la experiencia les sirvió para conocer por dentro una biblioteca y comprender cuánto cuesta mantenerla ordenada y limpia, cuánto tiempo lleva hacer tareas que a simple vista no se notan, pero que son indispensables para que cada libro esté en su lugar y todos puedan encontrarlo. Y para descubrir la diferencia entre el trabajo rentado y el trabajo voluntario, ese que no se hace por dinero sino por vocación de servicio y por el placer de sentirse útil.

¡Manos sucias, la prueba del trabajo!

Para nosotros fue un gusto y una alegría recibirlos, escuchar sus risas mientras trabajaban, verlos asombrarse cuando aparecía una revista, un libro, que les despertaba la curiosidad o el interés, responder sus preguntas, conversar con ellos.

Y realmente nos dieron una mano ENORME. Diez manos jóvenes y activas, nos dieron, cuatro horas por día, durante cinco días. Para una institución en la que sobran tareas y faltan manos para hacerlas, el trabajo que hicieron fue valioso y queremos que todos lo sepan.

Nuestras GRACIAS TOTALES, como decía Ceratti, a los chicos: Lucía Sandiano, Tania Brochero, Nair Gabriel, Federico Parks y Agustín Cánepa. Esperamos que se hayan sentido a gusto, y que se hayan llevado una buena impresión de la biblio y de lo que pueden encontrar en ella.